domingo, 26 de octubre de 2014

Resurge el reclamo por el nivel de arsénico en el agua de la Región

En pleno debate por el presupuesto bonaerense para 2015, el bloque de diputados del FAP solicitó que se incluya la obra de la cañería de 1200 kilómetros desde el Río Paraná que abarca a 23 partidos. En algunos municipios reparten botellones con agua apta para consumo

El nivel de arsénico en el agua en los distritos del noroeste bonaerense volvió a ser motivo de polémica. Esta vez, el debate resurgió en la legislatura bonaerense a partir de un pedido del diputado del bloque Frente Amplio Progresista (FAP) por Rivadavia Abel Buil, quien solicitó que se incluya la obra del acueducto del Río Paraná.
Ese emprendimiento fue desarrollado en conjunto por la Universidad Nacional de La Plata y el Ministerio de Infraestructura de la Provincia durante 2010 y 2011.
La iniciativa alcanza a los partidos de Florentino Ameghino, General Pinto, General Viamonte, General Villegas, Hipólito Irigoyen, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, Nueve De Julio, Pehuajó, Pellegrini, Pergamino, Rivadavia, Rojas, Salliqueló, San Nicolás, Carlos Casares, Carlos Tejedor, Guaminí, Daireaux, Trenque Lauquen y Tres Lomas.
El problema del arsénico obligó a varios municipios y a la empresa Aguas Bonaerenses S.A. a repartir, ya sea por iniciativa propia u orden judicial, botellones con líquido apto para beber.
Esa medida ya se implementa en Nueve de Julio, Alberti, Lincoln, Rivadavia, San Nicolás, entre otros.
El intendente de Rivadavia, Sergio Buil, hermano del diputado bonaerense por el FAP que realizó el pedido en la legislatura afirmó que el distrito se encuentra “complicado” en función al máximo permitido de 0,01 miligramos por litro de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, aclaró que dentro de la reglamentación vigente de 0,05 en la Provincia de Buenos Aires se encuentran dentro de la norma.
“Tenemos agua corriente para bañarnos, pero para tomar y hacer la comida tenemos una planta de ósmosis inversa y se reparten bidones de agua potabilizada casa por casa”, dijo Buil, quien además explicó que en esa zona “el agua tiene bastantes problemas de sales, un gusto muy feo”.
Sobre el acueducto, el jefe comunal de Rivadavia afirmó que en 2010 durante un encuentro del Consorcio de Desarrollo del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (Codenoba) y la Universidad Nacional de Trenque Lauquen plantearon la necesidad de resolver el problema del agua potable a la entonces ministra de Infraestructura Cristina Álvarez Rodríguez.
“El año pasado fue presentado al Ministerio el proyecto del acueducto para toda la zona noroeste de Buenos Aires. Está hecho. El tema es lo que implica la inversión”, dijo. En ese sentido, Buil explicó que lo que se pidió en Diputados fue “que se empiece a considerar en el presupuesto la realización del acueducto”.
“Para nosotros es un tema muy importante. Y en la línea de Pehuajó - Carlos Casares, ahí hay problemas que creo que son mas fuertes. Nueve de Julio también tiene”, dijo.
En cuanto al programa de reparto de agua embotellada para beber y cocinar, el mandatario afirmó que “se considera una cantidad de litros por componente de la familia. No es lo mismo una unipersonal que si son matrimonio y tres hijos. Pasados los litros asignados, se cobra. Hace un año se empezó a cobrar un poquito por lo que implicaba”, comentó.
“Termina siendo mucho más barato que comprar agua mineral y hay gente que consume más que lo determinado que es el común”, dijo.